Las ayudas al cultivo se prorrogarán en las mismas condiciones un mínimo de dos años hasta el desarrollo de la nueva PAC

Durante la Jornada “Cultivo de remolacha azucarera de secano en Andalucía: presente y futuro” organizada por Agroteo y Agrobank se llevaron a cabo varias ponencias, entre ellas la denominada “Marco general de ayudas en la nueva PAC: especial referencia al cultivo de la Remolacha”, que fue conducida por Eloy Marín, Jefe de Servicio de Ayudas de la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible en Cádiz.

Dicha ponencia tuvo por objeto explicar las medidas y ayudas que se van a destinar por parte de la Consejería de Agricultura al cultivo de la remolacha en Andalucía.

Eloy Marín comenzaba poniendo en situación a todos los asistentes haciendo un repaso de los antecedentes  y del momento actual  de este tipo de cultivo.

Así, se dieron interesantes datos como que en 2019, se han sembrado un total de 6.400 hectáreas de remolacha azucarera en la comunidad, localizadas todas entre Sevilla y Cádiz, “donde ahora con las nuevas contrataciones de Azucarera ha habido un gran impulso al cultivo de secano”. Además, cabe recordar que el cultivo de este alimento supone un 17% de la superficie agraria útil de toda España.

Posteriormente, se pasó a hacer un repaso del marco actual, tanto para la agricultura en términos generales como para el cultivo de la remolacha azucarera concretamente. Y es que, para todos los agricultores la PAC establece tres tipos de ayudas: el Pago Básico, destinado a todos los agricultores a los que se les asignaron derechos de pago básico en su momento, que disponen de hectáreas admisibles para el cultivo y tienen actividad agraria constante; el Pago Verde, que supone un 50% de la cantidad del Pago Básico y para la cual los productores tienen que cumplir con una serie de prácticas de diversificación y superficies de interés ecológico; y finalmente, las ayudas del Plan de Desarrollo Rural, PDR, que afectan a la incorporación de nuevos agricultores y para las cuales se han realizado líneas de ayuda para la modernización de explotaciones y un gran incremento de la aportación que estos perciben.

Para el cultivo de la remolacha azucarera, actualmente los productores pueden contar con dos ayudas de alrededor de unos 300 euros por hectárea cada una. En primer lugar, se encuentran las ayudas asociadas acordadas en 2014 por Bruselas y que han sido diseñadas para sectores estratégicos, como el del algodón o la remolacha en Andalucía. Y en segundo lugar, tenemos la ayuda agroambiental que está financiada en un 75% por Europa y un 25% por cada estado miembro (en el caso de España, se divide entre el Estado y las Comunidades Autónomas). Se trata de compromisos de 5 años, que según Marín “se están negociando para hacerlos extensibles a 6-7 años. Por tanto, un productor que reciba las dos ayudas, podría estar cobrando en torno a 600 euros la hectárea”.

Finalmente, la ponencia terminó con un repaso del marco normativo de los próximos años con la entrada de la nueva PAC, la cual se encuentra aún “en proceso de diseño” y que va a contar con “importantes variaciones respecto al marco anterior”. Desde Europa afirman que esta nueva PAC va a estar un poco más nacionalizada, ya que Bruselas establecerá un marco general, dentro del cual cada estado miembro podrá proceder convenientemente siempre y cuando se asegure la consecución de objetivos.  También aparece un nuevo concepto, el ecoesquema, que consiste en una serie de ayudas voluntarias (el agricultor decidirá si las solicita o no), y cuyas exigencias de sostenibilidad serán mayores de las que tenía actualmente.

De esta manera, Eloy concluyó con un mensaje de apoyo a los productores: “Tenemos que intentar aumentar el cultivo de secano, cuyos costes son inferiores. Por parte de la administración se seguirá apoyando el cultivo de la remolacha azucarera, va a existir ayuda asociada para el nuevo marco y va a haber un sexto año seguro de ayuda agroambiental”.